La familia del niño Gabriel Cruz, presuntamente asesinado en Níjar (Almería) por Ana Julia Quezada, expareja del padre del menor, ha esparcido este viernes las cenizas de su pescaíto (como le llamaban cariñosamente) en el mar.

«Hoy, viernes 17 de Agosto, a las 8 y cuarenta y cinco, Gabriel ha vuelto al mar. Era su lugar mágico y allí es donde descansará, entre sus amados Pescaitos que cuidarán de él», dice un comunicado remitido a los medios por los portavoces de la familia, que también han facilitado una copia de la carta que Patricia Ramírez y Ángel Cruz, progenitores del niño, han leído durante la despedida del pequeño, en la que se dirigen a Gabriel para manifestarle que este viernes es el día en el que saldrá «de la oscuridad para surcar los mares y sus profundidades».

Los padres advierten al niño que será «algo diferente», pero que no debe preocuparse por el baño «más importante» de sus vidas. Aseguran que a Gabriel lo esperará un «banco de pececitos» para guiarlo y mostrarle un «mar lleno de tesoros marinos» que le permitirá convertirse «en el mejor biólogo marino que jamás hayan conocido».

El pequeño Gabriel Cruz, que tenía ocho años, desapareció el pasado 27 de febrero, y días después su cadáver fue encontrado cuando Quezada, que se confesó posteriormente autora del crimen, lo trasladaba en su coche.