Libertad provisional para los padres del niño muerto en Girona

El pequeño Caleb murió entre uno y tres meses atrás de una crisis respiratoria aguda, según sus progenitores, que no asumieron el fallecimiento

El juez ordena que los Hopkins no salgan de España hasta que lleguen todos los resultados toxicológicos practicados al cadáver

Bruce y Schrell Hopkins, los padres que convivieron durante más de un mes con el cadáver de su hijo de 7 años, Caleb, en un domicilio de Girona, han salido en libertad provisional tras declarar esta mañana ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de esa localidad.

La única medida cautelar que ha solicitado el fiscal del caso, Enrique Barata, ha sido que se les impida salir de España hasta que lleguen las pruebas toxicológicas practicadas al cuerpo del niño durante la autopsia, para confirmar que no falleció envenenado o por una sobredosis de fármacos.

Los progenitores, de nacionalidad estadounidense, siguen imputados por un presunto delito de homicidio imprudente, pero si se confirma que las pruebas toxicológicas no detectan la existencia de ninguna sustancia extraña quedarán definitivamente en libertad, ya que se archivará el caso, porque convivir con un cadáver no es ningún delito, sino un problema de salud pública.

Barata ha explicado que la posibilidad de que los padres hayan cometido una imprudencia o una omisión del deber de socorro ha quedado “muy debilitada” después de que los Hopkins explicaran que Careb falleció de forma repentina debido a una insuficiencia respiratoria por los problemas de asma que sufría.