Viajaban desde el aeropuerto de Mahón, en Menorca, con destino Birmingham (Reino Unido). Habían pagado 1.400 euros por tres billetes, para un matrimonio y su hija. Pero cuando subieron al avión, en la fila 41 donde se suponía que debían estar sus asientos no había nada.

La hija ocupó el único asiento que quedaba disponible en el vuelo, pero ellos no pudieron hacer lo mismo así que buscaron un hueco que posteriormente tuvieron que dejar porque molestaban al personal a la hora de ofrecer comida y productos. Acabaron sentados en el suelo.

La pareja contó este suceso al programa 'Rip Off Britain: Holiday' de la cadena británica BBC One, donde precisamente exponían este tipo de situaciones que a veces nos hacen vivir las aerolíneas.

En este caso se trataba de la compañía TUI, que argumentó que se había producido un "cambio de avión de último minuto", ofreciendo una compensación económica de tan solo 33 euros en principio. Sin embargo, al verse reflejados en este programa crítico, hicieron el reembolso completo de los billetes.

La Autoridad de Aviación Civil de Reino Unido investiga los hechos, ya que expone que en ninguna etapa del vuelo se puede dejar a los pasajeros sin asiento.