EEUU prohíbe la entrada al país de los extranjeros que dos semanas antes de su llegada al país hayan estado en China, Irán, los países del espacio Schengen, incluyendo España, así como Reino Unido e Irlanda. A los estadounidenses y residentes legales permanentes, sus familiares, y los poseedores de determinados visados se les permite la entrada por uno de los 13 aeropuertos designados cuando se llega de los países señalados, pero se les insta a «quedarse en casa y monitorear su salud» durante 14 días, una indicación que se extiende a todos los que hayan viajado al extranjero. I. NOAIN