El Papa ha arremetido contra el "fetichismo del dinero" tras incidir en que el magisterio social de la Iglesia ha condenado el "dogma erróneo neoliberalista" que provoca que el orden económico y el orden moral sean "distantes", al tiempo que ha defendido las recientes reformas aprobadas en el Vaticano para adecuar sus finanzas a los estándares de transparencia y contrarrestar práctica como el blanqueo de capitales.

"Cuando la economía pierde el rostro humano, uno no se sirve del dinero, sino que sirve al dinero", ha remachado el Papa en una audiencia con el órgano de control del Consejo de Europa, Moneyval, que hasta el próximo 13 de octubre analizará la solidez de las instituciones vaticanas en materia de transparencia y antiblanqueo de capitales.

La cita ya estaba prevista en el calendario, pero coincide con una investigación por parte de la fiscalía del Vaticano de la compra opaca de un inmueble de lujo en Londres que ha salpicado y forzado la dimisión del exprefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Cardenal Giovanni Angelo Becciu.

El Papa ha recordado que el ordenamiento jurídico del Vaticano ha aprobado varias regulaciones para favorecer la trasparencia y el buen desarrollo en los procesos de las adjudicaciones públicas.

De este modo, ha elogiado las políticas contra el blanqueo de capitales y de contraste al terrorismo que se "constituyen como instrumentos para monitorizar los flujos financieros y permiten intervenir donde surjan actividades irregulares o incluso criminales". Tras criticar la "dictadura de una economía sin rostro y sin un objetivo humano", ha instado a instaurar el orden racional que conduce al bien común.

Como ya subrayó en la Exhortación Apostólica 'Evangelii gaudium', ha insistido de nuevo en la necesidad de reformar la relación con el dinero para que no predomine sobre el hombre. El pontífice ha denunciado las prácticas en las que, con la intención de "acumular riqueza", no se tiene en cuenta el origen del dinero si proviene de "actividades legales" o si detrás existen "lógicas de explotación".

Con esta actitud, señala el Papa, sucede que al tocar el dinero "se manchan las manos de sangre" o que los "recursos financieros sean destinados a sembrar el terror para afirmar la hegemonía del más fuerte, del más prepotente, de quien sin escrúpulos sacrifica la vida del hermano para afirmar su propio poder".

La pobreza, prioritaria

El pontífice también ha retomado la idea de destinar el dinero que se gastan los países en comprar armamento y material de defensa en la creación de un Fondo Mundial para ayudar a los más desfavorecidos de la tierra.

"Antes que invertir en el miedo, la amenaza nuclear química o biológica, que se usen estos recursos para eliminar el hambre de los países más pobres, de forma que sus poblaciones no puedan recurrir a soluciones violentas o no sean obligados a abandonar sus países para buscar una vida más digna", ha señalado el Papa.