El papa Francisco agradeció ayer «la valentía» de quienes han denunciado los abusos sexuales perpetrados por el clero porque han ayudado a la Iglesia a «tomar conciencia de lo sucedido» y de la «necesidad de reaccionar con decisión». Así lo recoge el documento publicado ayer a raíz del sínodo --o encuentro-- dedicado a los jóvenes que el Vaticano acogió el pasado mes de octubre.

En la exhortación postsinodal, publicada con el nombre de Christus vivit y sexto documento de su pontificado, el Papa recuerda que muchos jóvenes se han alejado de la Iglesia o la desprecian por «razones serias y comprensibles» como son los escándalos sexuales y económicos. Y en el capítulo titulado Poner fin a todo tipo de abusos recuerda que a los sufrimientos de las víctimas «ningún arrepentimiento puede poner remedio».

El Papa expresa, junto a los abusos, «cariño y reconocimiento» y «gratitud hacia quienes han tenido la valentía de denunciar el mal sufrido: ayudan a la Iglesia a tomar conciencia de lo sucedido y de la necesidad de reaccionar con decisión». A los jóvenes les pide que se acerquen a aquellos sacerdotes fieles y generosos, y que cuando vean un sacerdote en riesgo le «recuerden su compromiso» y le ayuden «a mantenerse en la buena senda». «En medio de este drama que justamente nos duele en el alma», Francisco pide que «con la valiosa ayuda de los jóvenes, puede ser una oportunidad para una reforma de carácter histórico».