Los documentos que existen en el Vaticano y en las diócesis de la Iglesia relacionados con casos de pederastia estarán a disposición de las autoridades civiles a partir de ahora. Con dos documentos hechos públicos este martes, el papa Francisco ha dado un paso más sobre el mayor escándalo que jamás haya afectado a la Iglesia católica, completando la legislación sobre los casos de pederastia clerical. Era cuanto habían pedido insistentemente las víctimas de los abusos y cuyo secreto resultaba incomprensible para la opinión pública católica y agnóstica.

Los documentos elevan también de los 14 a los 18 años la edad de los menores que activa o pasivamente hayan sido implicados en los abusos y en la confección de material pedopornográfico, así como en la distribución, «incluso por vía telemática» del material en cuestión.

«No constituirán secreto las denuncias, procesos y decisiones que afectan a quien obliga a alguien con violencia, amenaza o mediante abuso de autoridad a realizar o sufrir actos sexuales», reza el documento, que incluye explicitamente a las personas discapacitadas. En el mismo, se afirma que el secreto pontificio ya «no impide el cumplimiento de las obligaciones establecidas en cualquier lugar por las leyes estatales, incluídas las obligaciones de cumplir las peticiones ejecutivas de las autoridades judiciales civiles». Tampoco se podrán silenciar las intimidaciones de testigos, aunque deberá mantener la necesaria «confidencialidad y respecto por la causa».