El Parlament aprobó ayer una propuesta de resolución de los comuns que pide al Govern que realice los cambios normativos necesarios para «que las diferentes modalidades de correbous se dejen de celebrar en Cataluña». La iniciativa, votada en el debate de política general, fue aprobada con 50 votos a favor, 17 en contra y 61 abstenciones -varios grupos como el de JxCat y ERC se dividieron porque dieron libertad de voto a sus diputados-, mientras que la CUP no participó en la votación porque había abandonado el pleno con anterioridad por el reciente encarcelamiento de siete miembros de los CDR.

La resolución aprobada insta ahora al Ejecutivo catalán a realizar «los cambios necesarios en la regulación de las fiestas tradicionales con toros y en la normativa de protección de los animales para que dejen de ser una excepción en la legislación».

La polémica llega después de que el pasado 1 de septiembre un toro de un ‘correbou’ en Vidreres (Selva) se saltara las protecciones y causara 19 heridos al embestir al público allí presente.

Las oenegés ADDA, FAADA, AnimaNaturalis, Fundación Fauna, Libera, Fundació Franz Weber, Tots Som Poble y Lex Alma celebraron la decisión del Parlament y «el apoyo político a abolir una práctica cruel con los animales». En un comunicado, las entidades recordaron que recientemente instaron a los políticos a reabrir el debate y pidieron que se elimine la excepción de la ley de protección animal que posibilita que en Cataluña sea legal realizar espectáculos taurinos.

En el otro extremo, el resultado de la votación tuvo también la rápida reacción en contra del PDECat y el PSC en las Terres de l’Ebre, que se posicionaron junto a los aficionados en su defensa. Los nacionalistas se reunieron para analizar esta situación y anunciaron que defenderán los correbous «donde haga falta como elemento cultural». Los socialistas subrayaron por su parte la dimensión económica de un «acontecimiento extraordinario, propio de las raíces profundas de Cataluña y el Ebro».