El acoso sexual no es patrimonio de Hollywood y la Eurocámara quiere utilizar el escándalo entorno al productor estadounidense Harvey Weinstein y otras figuras públicas para romper la «cultura del silencio» que ha imperado también en la institución en este terreno. En una resolución que se votará este jueves los eurodiputados exigen «tolerancia cero» contra este tipo de abusos y urgen al Parlamento Europeo a examinar las acusaciones contra eurodiputados y funcionarios, revisar las reglas internas y activar medidas de protección para las víctimas.

Las primeras informaciones sobre abusos en el seno de esta institución europea las publicaba este pasado fin de semana el británico The Sunday Times, que recogía en sus páginas los testimonios de una docena de mujeres. Y la revista Politico añadía munición al debate asegurando haber recibido en la última semana en un buzón confidencial una treintena de denuncias de violaciones, asaltos y abusos a hombres y mujeres. Una de ellas, una asistente parlamentaria, asegura haber sido violada por un alto funcionario.

El lunes el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, aseguró que se toman muy en serio las denuncias y que ya han puesto en marcha iniciativas. Pero la sensación generalizada es que son insuficientes.

El borrador de la resolución, secundada por todos los grupos políticos salvo los euroescépticos, subraya que es necesario ir más lejos en los Estados miembros y en el seno de las instituciones europeas. «Hay un comité de acoso, un procedimiento para presentar quejas pero ¿por qué solo se han presentado 10 casos desde 2014. El umbral para la denuncia es demasiado alto», lamentaba este miércoles la liberal holandesa Sophie In’tveld durante el debate celebrado en Estrasburgo.

PROTOCOLOS // El texto pide una revisión de la composición de los órganos que examinan las denuncias, el establecimiento de una red de asesores confidenciales para asistir a las víctimas, campañas de concienciación para dar a conocer los mecanismos existentes y crear un grupo de expertos independientes con mandato para mirar debajo de las alfombras del Europarlamento.

«Tenemos que romper el silencio en este Parlamento. Es el momento de dejar de ocultar las cosas», ha reclamado la eurodiputada Malin Bjork. Algunas de sus colegas han utilizado el hemiciclo para contar sus experiencias y denunciar la desprotección a la que se exponen las víctimas. Es el caso de Eleonora Forenza (IUE) o Terry Reintke (Verdes) que han reclamado también responsabilidad a los hombres.