La contención de la actividad durante el periodo de cuatro semanas por el estado de alarma derivado del covid-19 podría suponer una pérdida de unos 300.000 empleos en el 2020, mayoritariamente en las pymes, que son las empresas más afectadas.

Según el informe elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), en colaboración con el Centro de Predicción Económica (Ceprede) y publicado ayer viernes, la inactividad económica afectaría intensamente al empleo y en el conjunto del 2020 supondría prácticamente un estancamiento de la economía española.

Así lo explicó en rueda de prensa telemática el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, quien considera positiva la posibilidad que tienen las empresas de suspender temporalmente el contrato de sus trabajadores, si bien pidió al Gobierno mayor «flexibilidad» y «automatismo» para las pymes.

De vuelta al estudio, las actividades más afectadas, que precisamente son en las que las pymes tienen una presencia superior, serían los servicios de alojamiento y hostelería, las agencias de viajes, la industria textil y la confección. Por ello, las microempresas serían las más afectadas, con una pérdida cercana al 2% del empleo (más de 70.000), seguidas por las pequeñas (70.000), las grandes (50.000) y las medianas (48.000), en tanto que otros 70.000 empleos se destruirían en el resto del sistema, fundamentalmente autónomos.

El director general adjunto de Ceprede, Julián Pérez, explicó que la destrucción de empleo calculada es una media anual, que tiene en cuenta que en los dos primeros meses del año la situación era normal y que prevé que vuelva a serlo a partir de mayo.

Ello supone que, aproximadamente y de forma temporal, podría haber entre 2,3 millones y 3 millones de trabajadores afectados por las suspensiones de contratos o despidos concentrados en un mes.