Fatma Aboudrar, una marroquí con cáncer, arriesgó su vida para subirse a bordo de una patera rumbo a España, donde intentará curarse de su enfermedad. Esta magrebí publicó en su cuenta en Facebook su foto y un vídeo que la muestra junto a otros emigrantes clandestinos en su viaje desesperado hacia las islas Canarias.

«Siempre he dicho que la vida continúa a pesar de las duras condiciones», explica en esta red social Fatma, que ha dejado atrás su vida en El Aiún (Sáhara Occidental) para perseguir «sus sueños robados». «No he encontrado otra vía que subir a los barcos de la muerte», relata Aboudrar, que se queja del tormento que sufre en un país que, según su experiencia, no presta atención a los enfermos. «He asimilado las duras lecciones (…) y la única manera de vivir que he encontrado ha sido aventurarme en las pateras», argumenta.

«Mis sueños fueron rechazados sin resultados, aunque me resistí a lograrlo todo», cuenta. También eleva la voz por los jóvenes que le acompañan en el vídeo: «Actualmente no hay oportunidades», esgrime. «Solía engañarme a mí misma con que merecía la pena vivir en Marruecos, con que encontraría la luz hacia el final del túnel. (...) Me ha costado peleas, dolores y luchas para seguir adelante», narra.