Por primera vez en tres días, la cubierta de los barcos de rescate o el frío suelo del muelle ya no sirven de cama para los inmigrantes. El momentáneo descenso en la llegada de pateras, menos de 200 personas desde el lunes, ha permitido ir descongestionando la red asistencial y que los rescatados, entre ellos mujeres y niños, puedan pasar a uno de los recintos temporales habilitados de urgencia en el litoral gaditano para iniciar el proceso de identificación policial y quedar a continuación bajo tutela de las oenegés. Pero la ilusión es temporal, porque la cruda realidad indica que todavía 1.500 personas continúan en la zona, y eso que estamos solo al principio del mes de agosto, uno de los meses con mayor afluencia de llegadas, por lo que la presión podría aumentar de nuevo en las próximas semanas.

El descenso de pateras coincide justo con la visita realizada por Pablo Casado (PP) a Algeciras. El líder del PP insistía de nuevo en el efecto llamada provocado con las políticas «buenistas» de Pedro Sánchez al acoger el pasado junio al barco Aquarius y fomentar el «papeles para todos».

Pocas horas después, la Unión Europea anunciaba el desbloqueo de 55 millones de euros para temas de inmigración, la mitad de los cuales irán destinados a «paliar las circunstancias que se está produciendo en Marruecos» en acogida y asistencia.