La española Patricia Aguilar vuelve a España. La joven rescatada de una secta en Perú el pasado 5 de julio acaba de subir a un avión en el aeropuerto de Lima con su bebé, de tres meses, y su padre, Alberto Aguilar, rumbo a nuestro país. La vuelta a casa de Patricia se produce apenas un mes después de que la policía y el padre de la chica, que viajó hasta Perú, la encontraran en una cabaña de la selva de San Martín de Pangoa, donde Félix Steven Manrique, el supuesto gurú, hoy en prisión, la tenía en condiciones insalubres y al cuidado de cinco niños, todos hijos de Manrique con Patricia y sus otras dos "esposas", también liberadas en el operativo policial. Manrique está en la cárcel, acusado de trata de seres humanos, después de que el juez pidiera para él 9 meses de prisión preventiva.

La familia de Patricia lleva un año y siete meses luchando para conseguir el regreso de la joven, que salió de casa el 7 de enero de enero del año pasado tras haber sido "captada" por internet durante más de dos años, cuando todavía era menor de edad. Sus madre, Rosa Poveda, el hermano pequeño de Patricia, sus abuelas, sus tíos... todos esperan a la joven y preparan un pequeño recibimiento para darle la bienvenida, que no se celebrará en su casa de Elche, para preservar la intimidad de la joven.

La imagen del reencuentro

La familia ha querido hacer un llamamiento a través de EL PERIÓDICO a los medios de comunicación para pedir "espacio y comprensión", necesarios para conseguir que Patricia "pueda volver a integrarse en la familia con calma y seguir recuperándose en estos momentos tan delicados". El próximo lunes, a las 11 de la mañana, ofrecerán una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Elche para explicar los detalles.

Este diario ha seguido de cerca la evolución de la joven desde su rescate en Perú, un progreso que la familia califica de "muy satisfactorio, casi milagroso". Tanto es así que apenas un mes después de la detención del gurú y la liberación de las víctimas, ha sido la propia Patricia quien ha aceptado volver a España con su familia. La joven y su bebé han estado recuperándose este tiempo en un albergue peruano regentado por monjas. Allí han estado asistidas física y psicológicamente y Patricia ha retomado el contacto con su padre.

EL PERIÓDICO fue testigo de ese primer encuentro, tan esperado, entre Alberto y Patricia, el pasado 18 de julio. Los psicólogos habían advertido a Alberto de las secuelas que suelen acarrear las personas que, como su hija, son víctimas de sectas y le recomendaron ir preparado para la posibilidad de que Patricia reaccionara con rechazo hacia él. Así que el padre, con la ilusión de quien lleva más de un año y medio buscando a su hija, arriesgando todo en el camino, se preparó para lo peor. Pero Alberto se encontró con el abrazo de Patricia y conoció a su nieta. La imagen que acompaña esta información da cuenta del reencuentro.