El juez que durante seis meses ha instruido el proceso contra elexprofesor de gimnasia del colegio de los Maristas de Sants-Les Corts de Barcelona, Joaquim Benítez, ha dado por acabada la investigación y ha procesado al exdocente, que en estos momentos se encuentra en libertad provisional, por cuatro delitos sexuales contra alumnos menores de edad: dos de agresión sexual (felaciones y penetración) y dos de abusos deshonestos (masturbaciones y tocamientos). El magistrado ha remitido la causa a la Audiencia de Barcelona, para que inicie los trámites para la celebración del juicio

Las pesquisas abiertas el pasado mes de enero contra el pederasta Benítez, que confesó primero a EL PERIÓDICO y después al juez que había abusado de varios de sus alumnos, entra en su recta final. Este proceso y otro que se instruye en un segundo juzgado contra un monitor de comedor que también había trabajado en el colegio de Sants-Les Corts son los únicos que quedan abiertos en este escándalo de pederastia.

Exalumnos de las escuelas maristas de Sants Les Corts y la Inmaculada, en el Eixample de Barcelona, y de la de Badalona, han presentado 43 denuncias contra 12 exprofesores, incluyendo las seis del año 2011 contra el hermano Lucio Zudaire, y un monitor de comedor. La mayoría de estos casos han sido archivados por prescripción del delito por el paso del tiempo. Fuentes jurídicas han asegurado a este diario que algunos de los afectados por esta prescripción presentarán ahora demandas civiles contra los colegios de la orden religiosa.

El juez Miguel Ángel Tabares Cabezón, que se ha encargado de la investigación contra Benítez, ha dictado un auto en que el da por terminado el sumario contra el pederasta confeso, tras concluir la investigación. Ahora, la fiscalía y las acusaciones particulares, una ejercida de ellos por el abogado Iban Fernández, deberán presentar ante la Audiencia de Barcelona sus escritos de acusación. Después, le tocará el turno a la defensa. Benítez se podría enfrentar a una petición de pena de hasta 40 años de cárcel, aunque el máximo de cumplimiento, en el supuesto de condena, no superaría las dos décadas.

EN CINCO AÑOS

El juez Tabares considera que Benítez podría haber cometido dos delitos de agresión sexual y dos de abusos deshonestos cometidos en el colegio Maristas de Sants-Les Corts entre el 2005 y el 2010, cuando ejercía de profesor de gimnasia. El pasado mes de abril, el magistrado decidió, sin embrago, archivar las denuncias de otros 13 exalumnos contra el mismo exprofesor de gimnasia por la prescripción de los delitos denunciados. El magistrado también rechazó la petición de la acusación particular de que esas víctimas declarasen de todos modos antes de que se sobreseyera su caso.

Una de las cuatro denuncias que llegará a juicio es la presentada por T. B. C., la primera que se interpuso y destapó el caso de los abusos en los colegios Maristas de Barcelona. T. B. C., que nació en octubre de 1994, relató a los Mossos que en junio del 2010 estudiaba en el colegio de los Maristas de Sants-Les Corts y que su profesor de gimnasia, Joaquim Benítez, abusó sexualmente de él. El daño que le causó le obligó a abandonar sus estudios sin terminar la ESO.

El joven detalló a los agentes que por aquellas fechas tenía un problema de espalda y que con ese motivo Benítez le llevó a su despacho, donde le hizo tumbarse en una camilla. El acusado, según esta versión, comenzó a masajearle y a tocarle por todo el cuerpo y los genitales. Relató que a continuación Benítez le sentó sobre sus genitales haciendo movimientos, “pero sin penetrarlo”, y a besarle con la lengua. En otras dos ocasiones el acusado realizó dos felaciones a su pupilo. En su posterior declaración judicial, explicó que el docente le pidió también que le penetrara analmente, cosa que hizo, aunque no pudo concretar en cuántas ocasiones.

10 EUROS PARA QUE CALLARA

También llegará a juicio el caso de M. G. P., que relató que en el último trimestre del 2007 tuvo una pequeña dolencia muscular y Benítez, que era su profesor, se lo llevó al despacho. Tras tumbarle en la camilla, el acusado comenzó a tocarle los genitales y le hizo una felación. El pederasta después le dio 10 euros y le dijo que no se lo contara a nadie. El juez considera que los casos de T. B. C. y de M. G. P. pueden ser considerados agresiones sexuales, pues en ambos hubo acceso carnal.

Otros dos alumnos, E. G. C.S. y H. A. P. N. denunciaron también que el exdocente había abusado de ellos. Al primero de ellos, según su relato, el pederasta le masajeó el culo con las manos y los dedos. En otra ocasión, el exeducador frotó repetidamente sus genitales sobre su trasero. Durante el último tocamiento que relató a los Mossos, la paciencia del alumno se colmó y reaccionó marchándose del despacho. H. A. P. N. explicó a la policía que en el último trimestre del 2007 Benítez le hizo tumbar en una camilla de su despacho y comenzó a darle masajes en las ingles. Luego empezó a tocarle los testículos y el pene.