Las autoridades de Pekín activarán esta medianoche la alerta naranja por contaminación, la segunda de mayor gravedad tras la roja, debido a la fuerte polución que se espera en la capital china hasta el domingo. La alerta naranja (la segunda de una escala de cuatro: roja, naranja, amarilla y azul) se activará oficialmente a las 00.00 del jueves (16.00 GMT del miércoles).

Actualmente, los medidores de polución de Pekín marcan un nivel de contaminación por encima de los 165 microgramos por metro cúbico de partículas PM 2,5 -las más perjudiciales para la salud-, muy superior a la máxima de 25 microgramos recomendada por laOrganización Mundial de la Salud (OMS).

MENOR QUE EN EL 2015

La cifra es, de momento, muy inferior a las alcanzadas en Pekín noviembre del 2015, cuando se registraron tres días consecutivos de entre 450 y 666 microgramos, sin que las autoridades pasaran de la alerta naranja.

No fue hasta principios de diciembre del 2015 cuando finalmente el gobierno pekinés decretó su primera alerta roja, tras críticas de la población y de organizaciones medioambientales y dos años después de que se implantara el sistema de cuatro colores.

Con la alerta naranja, las actividades escolares al aire libre deben cancelarse y se obliga a las plantas industriales a reducir o parar su producción, además de imponer restricciones en las obras públicas y actividades de construcción.

También hay limitaciones al tráfico rodado y se recomienda a la población que no salga de casa si no es imprescindible, especialmente niños y ancianos.

En principio, la normativa contempla que la alerta naranja se active a partir de los 200 microgramos de concentración por metro cúbico de las citadas partículas PM 2,5, y aumente a la roja cuando los niveles de polución se mantengan por encima de esa cifra durante al menos tres días, aunque su emisión es ocasiones aleatoria.

Además, las alertas naranja y roja deben ser emitidas al menos 24 horas antes de que la contaminación alcance los picos máximos.

Se espera que el frente de contaminación permanezca hasta el domingo, cuando está pronosticado que un frente frío lo disperse.