Como ya sucedió en el 2011 con ‘Pa negre’, de Agustí Villaronga, una película rodada en catalán vuelve ahora a aspirar al premio de cine más internacional: el Oscar en la categoría de lengua no inglesa. Los académicos españoles se han decantado por la tierna, bella, sincera y luminosa Estiu 1993 para que represente a España en Hollywood. El debut en el largometraje de Carla Simón (Barcelona, 1986) se ha impuesto a Abracadabra, comedia negra en la que Pablo Berger (Blancanieves) retrata una España desquiciada y hortera, y a 1898. Los últimos de Filipinas, con la que Salvador Calvo aspiraba este año a nueve premios Goya e injustamente se tuvo que conformar con solo uno (al mejor vestuario).

Los académicos están convencidos de que Estiu 1993 (que, con más de 96.300 espectadores, ha conseguido el raro milagro de aunar a público y crítica) es la que más posibilidades tiene de salir victoriosa en la dura lucha por el Oscar, que solo acaba de comenzar.

El arma fundamental con la que cuenta la película para luchar en la batalla por el Oscar es, según su directora, el potencial emocional que desprende. «Es un lenguaje universal, que no entiende de fronteras», destaca Simón.