La organización Ecologistas en Acción valora positivamente el diagnóstico que recoge la declaración de impacto ambiental (DIA) del proyecto de Análisis de soluciones para el objetivo de vertido cero al mar Menor proveniente del campo de Cartagena, que subraya que el origen agrario de los nutrientes es la causa de la crisis eutrófica, «frente a lo que ya no caben más actitudes negacionistas» ni del sector ni del Gobierno regional.

El estudio constata, asimismo, «el generalizado incumplimiento en la gestión del agua» competencia de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), así como en el control de las actividades agrarias, competencia de la comunidad autónoma. Sin embargo, tal como señaló la coordinadora del área de Aguas de Ecologistas en Acción, Julia Martínez, las medidas de cambio de modelo productivo del proyecto Vertido Cero son «escasas y débiles», limitándose al control y seguimiento «pero sin implantar límites legales más restrictivas a escala agraria o explotación ganadera».

Tampoco se incluyen medidas concretas para eliminar los 15.000-20.000 regadíos ilegales que existen en el campo de Cartagena «ni de imponer sanciones ejemplares ni revertirlo a la situación previa». Por lo que opinan que, de no hacer cambios «reales», la situación del mar Menor se podría trasladar en unos años al Mediterráneo.

En definitiva, Ecologistas considera que las principales actuaciones del proyecto son «convencionales y están ancladas en el pasado», que giran en torno a nuevas obras hidráulicas «que ignoran la importancia de mantener y recuperar la funcionalidad de la dinámica hidrológica natural».

A juicio de la organización, «es un proyecto temerario en las medidas que pretende ejecutar, por la magnitud de las incertidumbres que rodean a tales medidas y que afectan a su eficacia, dados los elevados costes de explotación y mantenimiento, que no han sido incorporados al proyecto, y a la gravedad de los daños ambientales que podrían generar».