La autopsia a Julen, el niño de 2 años que cayó en un pozo de Totalán (Málaga), ha comenzado este sábado sobre las 8.30 horas, después del hallazgo del cuerpo sin vida del pequeño. El niño fue hallado a 71 metros de profundidad, según confirmaron fuentes del dispostivo de rescate, que señalan que a esa profundidad el pozo ya estaba invalidado con tierra.

Los primeros resultados sobre las causas de la muerte del niño, que desapareció hace 13 días cuando pasada un día de campo con su familia, serán trasladados al juzgado en las próximas horas. Según indicó el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, esta mañana, “por la posición en la que fue localizado” el cuerpo, el pequeño realizó una caída libre hasta los 71 metros de profundidad, y en el descenso fue arañando tierra y piedras de las paredes del pozo, de apenas 20 centímetros de diámetro. Finalmente, a esa cota quedó atrapado entre las dos masas de tierra. Aunque no hay datos objetivos o “certezas”, la investigación baraja la hipótesis de que esa tierra que el menor fue arrastrando de las paredes irregulares de la perforación en busca de agua es la que le atrapó por encima, un tapón que se intentó aspirar en los primeros días sin resultado, de ahí que se optara por la construcción del túnel paralelo.

El caso está ya a en manos del juzgado 9 de Málaga que instruye las diligencias de la desaparición desde el día 13 de enero. Los resultados preliminares de la autopsia serán conocidos en las próximas horas. En este sentido, Gómez de Celis explicó que aún no hay datos concretos.