Virginio no tenía ni idea. Viene de tirar la basura, a pocos metros de su casa, en Aguilar de Segarra (Bages), un pueblo de 246 habitantes. “¡No me digas! ¿252 coches por habitante? Yo con uno me apaño. Lo tengo ahí, un Peugeot 405, y espero que me aguante unos años más”. Este jubilado, extaxista, explica que en el edificio del ayuntamiento hay una oficina de Europcar. Sabe poco más. “Ahí en la esquina verá el cartel en un cristal, pero nunca he visto a nadie. Creo que tiene que ver con el impuesto de circulación”. Así es: muchas compañías de alquiler de vehículos o de renting inscriben sus flotas en pequeños municipios de toda España. Así, gracias a esta argucia legal --les basta con abrir una sede fantasma--, pueden pagar hasta ocho veces menos que en las capitales de provincia y polos turísticos por los que circulan sus autos.

Todo parte de la eliminación del distintivo provincial en las matrículas, esa letra o ese par de letras que identificaban el origen del coche y que retiró el Gobierno en septiembre del 2010. En aquel momento, las empresas, conocedoras de que los ayuntamientos tienen competencia en materia de impuesto de circulación, dieron inicio a este mercadeo.

Valentí Riera, alcalde de Aguilar de Segarra, se enteró por un pueblo vecino y se puso manos a la obra. El municipio tenía en el 2014 más de 62.000 vehículos censados, y el 2015, se matricularon otros 20.863 nuevos.

El primer edil no quiso concretar cifras, pero el pueblo podría estar ingresando cada año más de medio millón de euros gracias a la tasa aplicada a los vehículos de tracción mecánica. Si los del ejercicio anterior se hubieran matriculado en Barcelona, según cifras aproximadas, el gobierno de Ada Colau habría recaudado cerca de 1,3 millones de euros.

El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, explicó que estos municipios ofrecen grandes ventajas a las firmas de renting, “desde un local gratis hasta cobrar el impuesto el 31 de diciembre o cuando les vaya bien”. El consistorio que consiga hacerse con un gran contrato no solo tiene asegurada la entrada de dinero, sino que los vehículos matriculados no generarán desgaste alguno en el municipio, que no requerirá más policía local ni semáforos. H