Ha vuelto a ocurrir una de esas conmovedoras historias que demuestran que la lealtad de un perro no tiene precio. Bianca lleva días esperando a su dueña fallecida a las puertas del negocio que ella regentaba.

A mediados del mes pasado Eugenia, una anciana dueña de una librería en Argentina, murió a causa de un paro cardíaco mientras dormía.

Al día siguiente, Bianca, la perrita a la que la octogenaria cuidaba por las mañanas, acudió a la librería a buscar a la mujer como acostumbraba a hacer, pero esta vez no la recibió Eugenia. Desde entonces, el can sigue esperando a la fallecida frente a su negocio.

Afortunadamente, Bianca tiene una familia que cuide de ella. Una vecina de la mujer fallecida contó a los medios locales que Eugenia atendía al animal durante el día y que ella la acogía de noche. Ahora que la anciana no está, ha adoptado a la perrita, que aún así continúa acudiendo cada mañana a la librería que hoy regentan los nietos de Eugenia.

Esta conmovedora historia recuerda a Hachiko, un cachorro de Akita que, tras la muerte de su dueño, continuaba yendo a la estación de tren donde acudía a recogerlo a diario hasta su fallecimiento. También al perro que esperó durante cuatro meses en las puertas de un hospital a su dueño fallecido.