La concentración de algunos fieles evangélicos que, desafiando la cuarentena y la prohibición de circular por la vía pública, se lanzan a la calle en Sevilla para rezar y cantar ha llevado a las autoridades locales a solicitar que la Unidad Militar de Emergencias (UME) patrulle por el Polígono Sur, uno de los barrios más deprimidos de la ciudad, y ponga fin a estas reuniones. El escenario se repite en Málaga, donde la Policía Local ha tenido que desalojar un local donde este miércoles por la tarde se habían congregado decenas de personas para orar sin respetar las medidas de seguridad que impone el coronavirus.

Ha sido el comisionado especial para el Polígono Sur, la figura creada por Ayuntamiento de Sevilla, Junta de Andalucía y Gobierno central hace más de tres lustros para coordinar e impulsar un plan integral de recuperación de uno de los barrios más pobres de España, quien ha dado la voz de alarma. En una entrevista en Cadena Ser, el comisionado Jaime Bretón deslizó que la presencia del Ejército era más necesaria en estas zonas periféricas y desfavorecidas que en el centro de la ciudad, dado que la orden de clausurar los templos religiosos había llevado a numerosos fieles a celebrar el culto en plena calle. El decreto de Estado de Alarma por la pandemia del coronavirus establece que la asistencia a los lugares de culto y las ceremonias civiles y religiosas quedan condicionadas a la adopción de medidas de seguridad para evitar aglomeraciones, de manera que se pueda garantizar la separación de al menos un metro de distancia entre los asistentes.

En esas reuniones callejeras, sin embargo, los devotos se concentran sin mascarillas ni guantes y tampoco guardan el metro de distancia recomendado, como muestran los numerosos videos que pueblan las redes sociales y que han causado la indignación de los residentes de la zona que sí cumplen el confinamiento. Bretón explicó que las cuatro iglesias evangelistas implantadas en la zona tienen numerosas escisiones y diversos clanes, lo que hace complicado buscar un interlocutor para trasladarle la necesidad de cumplir la cuarentena, por lo que llamó a la responsabilidad del resto de vecinos de la zona. La situación, explicó, ya ha sido trasladada también al subdelegado del Gobierno en Andalucía para que se adopten las medidas necesarias. Se trata, dijo, de una minoría importante de personas cuya actuación, alejada de la concienciación y la responsabilidad, está encendiendo a la mayoría de la población de la zona, especialmente por la tarde y por la noche, cuando empiezan los conflictos.

DESALOJO Y DENUNCIA EN MÁLAGA

La situación se repite en otros puntos de la geografía andaluza, como Málaga. La tarde del miércoles, agentes de la Policía Local tuvieron que desalojar a decenas de devotos que se habían concentrado en la sede de otra iglesia evangélica en el barrio de Gamarra para rezar. El pastor, que ha sido denunciado por una infracción muy grave al incumplir el estado de alarma, replicó que se ajustaba a las medidas de cuarentena porque se estaban respetando las distancias de seguridad.