El pasado 21 de agosto se cumplían 76 años de la muerte de León Trotski a manos de Ramón Mercader y ahora, Antonio Chavarrías vuelve a recuperar este suceso histórico en 'El elegido', una película contada desde el punto de vista del célebre asesino y que nos acerca a su faceta más íntima, a sus dudas y contradicciones a la hora de formar parte del complot emprendido por el Gobierno de Stalin para acabar con su máximo contrincante.

"Me parecía una figura fascinante. En los primeros esbozos del guion hablaba más de Trotski, pero me di cuenta de que debía focalizar la atención, no dispersarla. Y que la figura de Ramón Mercader,siempre en la sombra, era la que mejor nos podía guiar en la historia para ganar intensidad y niveles de lectura", señala Chavarrías.

De esta forma nos introducimos en el relato a través de la mirada de un hombre que deja atrás su identidad, que construye su vida alrededor de toda una red de mentiras para servir a una causa ideológica. "Intenté no posicionarme al respecto, evitar prejuicios y hablar desde los personajes, sin juzgarlos, porque ya los hechos se encargan de ponerlos en su sitio. Me pareció que era lo más honesto con la historia que quería contar".

EL FACTOR HUMANO

Así, el relato conduce al espectador por un periplo que toma las formas del 'thriller' y el cine de espías pero que al mismo tiempo se centra en la intimidad de este escurridizo y ambiguo personaje. Larelación con su madre, miembro del partido comunista y encargada de captarlo para la causa, su adiestramiento en Rusia y su conversión en Jacques Monard. "Uno piensa en toda la complejidad de la trama y parece increíble que todas las piezas encajaran para que se llevara a cabo. Pero lo que me interesaba era contarlo a través del factor humano, que siempre es inesperado, porque entran en juego las emociones, el amor, la amistad y el orgullo”.

Chavarrías reconoce que esta producción no podría haberse levantado sin el apoyo financiero de México. "Si Trotski hubiera muerto en Alcalá de Henares, no podría haber rodado esta historia. Nos encontramos en un momento muy delicado para hacer cine en España. O haces películas en condiciones muy precarias o con las televisiones privadas con un carácter más industrial. La clase media tiene que fortalecerse si queremos tener un cine saneado".

Lo dice un francotirador de la producción española que ha apostado siempre por dar una oportunidad a los jóvenes talentos a la hora de demostrar su valía. Cineastas como Marc Recha, Claudia Llosa o Paco Cabezas dieron sus primeros pasos junto a él. "Sigue habiendo un enorme talento en nuestro cine, pero no nos lo ponen nada fácil".