El Observatorio contra la Violencia doméstica y de género del Poder Judicial ha propuesto una reforma legal para que se pueda acordar la libertad vigilada de los supuestos agresores desde el momento en el que una mujer denuncia malos tratos. El Código Penal prevé que los jueces puedan acordar esta medida cuando ya hay condena, pero el observatorio quiere que se pueda hacer desde el momento en que la mujer presenta la denuncia

La medida persigue evitar que el agresor reincida mientras dura el proceso judicial, la etapa en la que la víctima corre mayor peligro de sufrir represalias. Para este objetivo se crearon las órdenes de protección a las víctimas, pero se ha demostrado que éstas son insuficienes cuando el maltratador opta por incumplir, por ejemplo, el alejamiento. Con la libertad vigilada, el juez podría ordenar la presentación periódica del acusado, su vigilancia policial o incluso la colocación de una tobillera con localizador para controlar que, efectivamente, no se acerca a la víctima.

La idea forma parte de las propuestas que hace el observatorio trasanalizar 500 sentencias de las audiencias provinciales para evaluar la aplicación de la Ley Integral de Violencia de Género y de otras legislaciones en los casos de violencia machista.

SIN DENUNCIAS FALSAS

El informe también confirma "el falso mito de las denuncias falsas", ya que de las 500 sentencias, en solo en dos de ellas se abrió un proceso de falso testimonio contra dos mujeres y fue por lo contrario, porque dijeron que no habían sido maltratadas, aunque en uno de los casos la Policía había presenciado las agresiones.

Otra de las propuestas es la reforma de la ley para que la violencia machista no requiera acreditar la intención del agresor de dominar a la víctima.