“Tienes cara de niña buena, pero a la vez de diablilla, ¿sabes? Y no sé… Me has puesto. Y he dicho ¿Por qué no? Si yo elijo a la gente que salen los vídeos, si todo lo organizo yo” Ángel T. G. es agente del Cuerpo Nacional de Policía. Tiene 32 años. El 29 de junio del 2016 contactó con una menor de 15 años para abusar sexualmente de ella. Para lograrlo, se hizo pasar por promotor de un grupo musical y ofrecía la posibilidad de participar en un video clip. En total, intentó engañar (el alguna ocasión lo consiguió) a cuatro niñas.

Esta previsto que Ángel T. se siente este miércoles en el banquillo de los acusados en una sala de la Audiencia de Barcelona. La fiscalía le reclama 24 años de prisión por ciberacoso, abuso sexual, embaucamiento de menores de 16 años y un delito contra la salud pública por ofrecer droga a las niñas e incautársele en su domicilio cogollos de marihuana y cocaína.

La acusación pública sostiene que Ángel T, contactó con varias niñas menores de 16 años entre el 29 de junio y el 14 de agosto del 2016. Lo hizo a través de Instagram y diciendo que era promotor de un grupo musical que las jóvenes seguían en sus respectivos perfiles sociales. Con esa treta el procesado captó la atención de las menores, con las que habló a través de la misma red social, por teléfono y por whatsapp, ofreciéndoles, incluso, participar en un videoclip.

El acusado les pedía fotografías, en algunos casos, posando desnudas, a la vez que intentaba ganarse su confianza. Su único objetivo, incide la fiscalía en su escrito, era "satisfacer sus exigencias sexuales”. Una de las menores de 15 años acabó cediendo, que “por su edad e inmadurez emocional” creyó que participaría en el videoclip.

JAGGER Y MARIHUANA

El fiscal relata en su escrito de acusación como minuciosidad las conversaciones mantenidas por el procesado con las víctimas. A una de ellas, de 15 años, le dijo: “Gorda, que a mi me apetecía sinceramente. Me has gustado, vale. Me has gustado. Me has llamado la atención”, dejando claro que no le importaba la edad de la chica. “El Jagger [se supone que Mick Jagger] te gusta…. te vas a colocar que flipas, porros y Jagger. Si te lo compro terminamos follando… lo sabes ¿no? Porque yo con el Jagger me pongo que flipas”.

En una segunda llamada, Ángel T. trató de impresionar a la menor diciéndole que acababa de ganar 50.000 euros e insistirle en que no denunciara los hechos. “Tu imagínate que me dices que sí, que sí, y mañana me vienes con problemas. Próxima tía que me intente hacer un truco le doy 20 o 30 mil pavos a alguien y que le quite del medio. A ella y a su familia”, espetó, para después comentarlo lo mucho que le gustaba. La chica respondió: “Yo soy una niña que igual me ves en la foto más mayor y cuando me veas en personas dices: ¡coño!”. El procesado replicó: “Me das más morbo si me dices que con 13 años estabas follando”.

FALSA GRABACIÓN

Al final, el acusado acudió al domicilio de la adolescente. Tras hablar un rato, empezó a acariciarla y abusó sexualmente de ella. Durante ese encuentro, Ángel T. ofreció a la muchacha marihuana, aunque ella la rechazó. Unos días después, el policía le insistió en repetir “lo de la otra vez”. La menor rechazó la proposición. Incluso le picó diciéndole que ya había empezado a grabar el videoclip: “Yo he estado estos días grabando cositas con esta gente….y vídeos y cosas guay y me acordé de ti a ver si queréis salir en algún vídeo con nosotros y en plan regalo de cumpleaños”. También le pidió contactos de sus amigas. No consiguió su propósito.

El procesado, según sostiene el fiscal, utilizó el mismo engaño para embaucar a, al menos, otras tres chicas, de 16, 15 y 13 años. “Te iba a decir de vernos y te comento cosillas de que ahora vamos a montar este sábado un concierto potente”, le lanzó a una de ellas, la de 15 años, a la que después preguntó su experiencia sexual. Durante el transcurso de una llamada telefónica, el procesado ofreció a la chica proporcionarle droga. “Bueno si quieres, yo tengo ahí para regalarte, vamos marihuana hasta que te mueras”, le comentó. Ella legó a enviarle fotos en bañador, pero él le reclamo con menos ropa. Todo con el pretexto de necesitar fotos para la selección de un videoclip que no existía.