El Partido Popular asegura que está dispuesto a negociar una reforma educativa con el Gobierno, pero exige que sea dejando a un lado la denominada Ley Celaá, que va a comenzar su trámite parlamentario, para buscar una «alternativa que sea de todos».

Así lo aseguró ayer la diputada del PP Sandra Moneo, que ha sido en los últimos años su portavoz de Educación en el Congreso, durante una mesa redonda organizada por la Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado (CHAPA) en la feria educativa AULA que se celebra en Madrid.

«Vamos a debatir con el Gobierno no poniendo encima de la mesa ni la LOE ni la LOMCE, sino buscando alguna alternativa que sea de todos, bajo evidencias empíricas viendo lo que realmente está funcionando en sistemas educativos más avanzados adaptándolo a nuestra realidad», afirmó.

En la mesa redonda, organizada por CEAPA, partiparon también las diputadas Inés Sabanés (Más País), Sofía Castañón (Unidas Podemos), y Maribel García (PSOE), que pidió diálogo a los populares para consensuar la reforma educativa que ahora entra en el Congreso. «Necesitamos el apoyo del PP», confesó.

La representante del PP respondió que «el Gobierno ha perdido una gran oportunidad» por haber emprendido la reforma sin el acuerdo previo con el resto de partidos.