El suizo Jacques Dubochet, el germanoestadounidense Joachim Frank y el británico Richard Henderson fueron galardonados ayer con el Premio Nobel de Química por desarrollar la «criomicroscopía electrónica para la determinación estructural en alta resolución de biomoléculas en una solución», anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias.

Los galardonados, explicó el jurado, han desarrollado la «criomicroscopía electrónica», una técnica que permite observar en alta resolución biomoléculas, un «método que ha llevado la bioquímica a una nueva era».

«Los investigadores pueden ahora congelar biomoléculas y visualizar procesos que no habían visto nunca antes, algo decisivo para el entendimiento básico de la química de la vida y el desarrollo de medicinas», argumenta el fallo del jurado del premio.

Durante mucho tiempo se creyó que los microscopios electrónicos solo eran adecuados para analizar materia muerta, porque su potente haz de electrones destruye el material biológico.

Sin embargo, en el año 1990 Henderson logró generar una imagen tridimensional. Frank, por su parte, desarrolló un método para procesar las imágenes en dos dimensiones y transformarlas en 3D. El tercer premiado, Dubochet, añadió agua al microscopio electrónico --algo que hasta el momento no era posible porque trabaja en el vacío-- y para ello lo que hizo fue vitrificarla.