El dramaturgo inglés Peter Brook fue distinguido ayer con el Premio Princesa de Asturias de las Artes como indiscutible «maestro de generaciones» y por ser uno de los «grandes renovadores de las artes escénicas, con montajes de alto compromiso estético y social» y puestas en escena de «gran pureza y simplicidad».

«Es una alegría caída del cielo», señaló tras hacerse público en Oviedo el fallo del jurado, que le ha sorprendido en Suiza, donde, a sus 94 años, está terminando su último proyecto teatral, Why.

Y es que este audaz y polifacético inglés que se estrenó como director con apenas 20 años sigue en activo. Considerado el mejor director teatral del siglo XX y uno de los grandes renovadores del teatro contemporáneo, Peter Brook (Londres, 1925), ha trabajado en escenarios de toda Europa y en países como India, Sudáfrica e Irán, entre otros.