Cuatro refugiados murieron ayer en aguas del mar Egeo, en el que fue el primer día de entrada en vigor del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que contempla la devolución de todos aquellos inmigrantes irregulares que entren dentro de Grecia y no pidan asilo en este país.

Según informó ayer domingo la guardia costera helena, a los cadáveres de dos niñas, de uno y dos años de edad, hallados ayer por la mañana flotando en el mar junto al islote de Ro, cerca de la isla de Rodas, se sumaron después los fallecimientos de dos hombres en la isla de Lesbos.

El suceso se produjo tras la llegada a la isla de un bote inflable con unos 70 refugiados a bordo.Dos de los tripulantes, de 39 y 36 años, llegaron a la playa ya en un estado de inconsciencia. Desde allí fueron trasladados inmediatamente en una ambulancia al hospital de la capital de la isla, Mitilene, donde solo pudo certificarse su defunción.

Horas antes, la guardia costera había detectado un bote con 57 personas a bordo -cerca del citado islote de Ro- del que habían caído las dos niñas fallecidas.

La guardia costera halló poco después los cuerpos de ambas y los trasladó al centro de salud de la isla de Kalymnos, donde igualmente tan solo pudo certificarse la muerte de ambas.

Entre las 08.00 hora local del sábado (06.00 GMT) y la misma hora de ayer domingo llegaron 875 refugiados a las islas, según datos publicados por el centro de gestión de la crisis del Gobierno.

Estos datos no disciernen entre los que llegaron antes de la medianoche, es decir, antes de entrar en vigor el acuerdo de expulsión llevado a cabo entre Europa y Turquía, y los que llegaron después de esta nueva medida.

El Gobierno griego empezó el sábado por la tarde a trasladar a todos los inmigrantes y refugiados desde las islas al continente, para así poder despejar los centros de registro.

A partir de ayer los centros de registro en Lesbos, Quíos, Kos, Samos y Leros se convierten en el destino final del viaje, pues allí los migrantes y refugiados deberán optar o bien por solicitar asilo en Grecia o bien por ser devueltos hasta Turquía.

El destino de los más de 48.000 que permanecen en campos de acogida o improvisados en su territorio -como es el caso de Idomeni, donde se amontonan 12.000- sigue en el aire. Las autoridades griegas tratan de convencer a los migrantes de Idomeni de aceptar el traslado a uno de los campos organizados en territorio heleno.

Cada caso será analizado minuciosamente de forma individual, por lo que las primeras devoluciones no tendrán lugar hasta dentro de dos semanas. H