Podría parecer propio de un suicida meterse en un espacio acotado con seis toros bravos. Un lugar adoquinado que aquellos que lo pisan aseguran, sin embargo, que no van en busca de la muerte, sino de la vida. Y cada 7 de julio el calendario les marca la oportunidad de matar la rutina, de tentar al destino, en las calles de la capital Navarra. Hoy, día de San Fermín, una vez más.

Tercera comparecencia de los toros de la ganadería salmantina Puerto de San Lorenzo, a los que decenas de corredores castellonenses han puesto a prueba en el primer encierro de las fiestas, que ha dejado tres herido de asta y varios contusionados en 2 minutos y 41 segundos de carrera.