Pese a la gran indignación que despertó la sentencia de la Manada, la legislatura está a punto de concluir sin que se hayan reformado los delitos sexuales, para llevar el solo sí es sí que gritaron miles de mujeres en las calles al Código Penal. El Gobierno encargó un estudio a una comisión de expertos, pero no ha tenido tiempo de llevarlo a la práctica. Los juristas entregaron su trabajo en diciembre. Y Podemos presentó una ley contra las violencias sexuales, que cambia el paradigma y pone el acento en el consentimiento de la víctima, que será admitida este martes a trámite por el Congreso, pero sin tiempo de aprobarla, ante la inminente disolución de las Cortes por el adelanto electoral.

La mayoría de los grupos votarán a favor de la norma, pero avisando a Podemos de que su contenido, que algunos tildaron de ideológico, carece de rigor y de seguridad jurídica. El PP y Ciudadanos, señalaron de hecho, que aunque apoyan reforzar la lucha contra las violaciones, de no decaer la legislatura, hubieran presentado una enmienda a la totalidad. El PSOE, por su parte, anunció que si logran formar gobierno tras las elecciones presentarán una ley contra las agresiones sexuales con una buena cimentación, algo de lo que carece, a su juicio, la normativa morada.

LAS MEDIDAS INCLUIDAS

Lo novedoso de la ley es que unifica los delitos sexuales y estos ya no dependerán de la conducta del agresor y de si hubo o no penetración o violencia esto último es lo que ahora determina la diferencia entre agresión y abuso-, sino de si la mujer está o no de acuerdo en la relación sexual. Solo sí es sí, proclamó Irene Montero desde la tribuna. Además, tipifica por primera vez el delito de acoso en la vía pública, que sería penado con una multa, así como la responsabilidad de las empresas en el acoso que sufra una trabajadora.

Además, las violaciones serían juzgadas en tribunales especializados en violencia sobre la mujer y no sería necesario denunciar para acceder a las ayudas.