El juzgado de instrucción número 2 de Barcelona ha reabierto el caso de la desaparición de Caroline del Valle, una adolescente de 14 años que se esfumó una madrugada, la del sábado 14 al domingo 15 de marzo del 2015, frente a una discoteca de la Zona Hermética de Sabadell. Horas antes su madre Isabel le había dicho: «Hasta luego, hija. Te quiero». Tres años más tarde, sigue recordando esta frase porque fue la última vez que habló con ella. La investigación policial, a cargo de la Unitat Central de Persones Desaparegudes de los Mossos d’Esquadra , encalló y el juez, al ver cómo la causa se enfriaba sin que apareciera ninguna pista, decidió archivarla provisionalmente. Hace pocas semanas, sin embargo, a petición de la familia, se ha reabierto por un periodo de un año y medio. 18 meses para encontrar a Caroline.

CRONOLOGÍA // Caroline del Valle, una adolescente que vive con sus padres y un hermano pequeño, engaña a su madre, Isabel, para salir de fiesta con amigas de una pandilla nueva. Ese sábado 14 de marzo quieren ir a la Zona Hermética de Sabadell. Por eso Caroline le ha dicho a su madre que se quedará a dormir en casa de Silvia, una versión que el propio padre de la amiga confirma a Isabel. Después de bailar y grabarse dándose un beso con alguno de los chicos, ya de madrugada, Caroline y la pandilla salen afuera. De repente, y por ambos lados de la calle a la vez, asoman coches de los Mossos. Entre los amigos de Caroline hay menores con antecedentes por hurto y por robo con violencia. Al ver a los policías, el grupo se deshace y huyen en direcciones distintas. Caroline escoge seguir a Justin, el macho alfa del grupo, según fuentes de los Mossos. Aquí acaban los hechos probados de su desaparición.

LA VERSIÓN DE JUSTIN // La última versión que ha dado Justin es que tras doblar la primera esquina del Gloobal, y cuando apenas han recorrido unos 20 o 30 metros, Caroline grita que «ya no puede más». Justin, al escucharla, se da la vuelta y ve a Caroline esconderse «debajo de un coche». Él sigue corriendo y llega en solitario al final de la calle, cruza por delante de una gasolinera y se refugia en el castillo de Can Feu.

Esta versión dispara las sospechas de los Mossos. No cuadra que una niña de 14 años --en plena subida de adrenalina-- se canse a los 20 metros y que elija esconderse debajo de un coche. Tampoco encaja que Justin --el líder-- esté más asustado que el resto de la pandilla. Mientras él se esconde durante dos horas, los otros, después de la huida, ya están de recena. A los agentes tampoco les cuadra que Justin no contactara con ninguno de sus amigos durante esas dos horas y regresara solo a Barcelona sin hablar con nadie.

Dadas las características de Caroline y de su familia, saben que la chica no se fue voluntariamente. Y, si esa noche no fue secuestrada por un desconocido, lo más probable es que Justin haya mentido. Los investigadores tratan el caso como un homicidio con desaparición de cadáver.