La Moncloa se avino ayer a implantar un nuevo mecanismo para las ruedas de prensa telemáticas que ofrece durante la crisis del coronavirus. Se abrió a hacerlo tras las quejas, a través de un manifiesto difundido en las redes sociales, de más de 300 periodistas que protestaron porque sea un alto cargo del Gobierno -el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver- quien seleccione y formule las preguntas que de forma anticipada envían los medios, impidiendo así de esta forma que sean los propios periodistas los que interpelen a los políticos e incluso tengan la opción de preguntar de nuevo.

En respuesta a esta protesta, la Secretaría de Estado de Comunicación sugirió entonces a las asociaciones y profesionales de la prensa que arbitren «un sistema de turnos y preguntas que haga posible la máxima participación y decidan los medios que deben participar a diario en las convocatorias de prensa ofrecidas desde el Gobierno central».

Precisamente, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) sugirieron ayer mismo al Ejecutivo un posible mecanismo alternativo: designar cada día un grupo de cinco o seis periodistas que puedan preguntar y repreguntar en directo por videoconferencia.

«Las dificultades técnicas no son más que excusas», lamentan los firmantes, que recuerdan que otros actores políticos nacionales e internacionales hacen ruedas de prensa telemáticas en las que los informadores preguntan mediante videollamada. Así, los reporteros pueden preguntar directamente y repreguntar después de la comparecencia.