María Teresa Sanz, psicóloga del Centro Municipal de Información a la Mujer de Maracena (Granada) encargada de atender a Juana Rivas, que permanece fugada con sus hijos para no entregarlos a su expareja, ha desaconsejado la restitución de los menores al padre italiano por el grave daño que podría causarle.

A través de una carta abierta a los medios de comunicación, esta funcionaria explica que conoció a Rivas en verano del 2016 y que la ha atendido desde entonces por las «secuelas del maltrato» padecido presuntamente a manos de su pareja en Italia.

La psicóloga, que ha tratado a víctimas de violencia de género desde hace 20 años, sostiene que Rivas tiene una «personalidad sana» y que le consta que todo lo que ha dicho en relación a su maltrato es «cierto». Sanz subraya que la relación de Rivas con sus hijos es «excelente» y que ella tenía un «miedo terrible» a que el padre cumpliera su amenaza de que, si lo abandonaba, «la iba a perseguir judicialmente y le iba a amargar a vida con abogados».

La experta en violencia de género mantiene en su escrito que, a pesar de ello, la mujer estaba respondiendo favorablemente al tratamiento hasta que llegó el requerimiento que la obligaba judicialmente a restituir a sus hijos con su padre en Italia.

«Este requerimiento judicial la obligaría a regresar al terreno del maltratador, donde estaría de nuevo aislada», advierte.