Un juez de Alabama ha ordenado la libertad de Alvin Kennard, un hombre que cumplía una pena de cadena perpetua por haber robado 50 dólares en una panadería. El delito se produjo en 1983, cuando Kennard tenía 22 años. "Está abrumado por esta oportunidad", dijo su abogada.

La ley de 1970 imponía estrictas reglas para disuadir los delincuentes reincidentes. El robo de Kennard en 1987, a punta de cuchillo, aunque no dejó ningún herido, no fue su primer atraco. Ya se había declarado culpable de otro robo anterior. En aquél momento el juez aplicó la Ley de Delincuentes de Delitos Habituales, y le impuso cadena perpetua sin libertad condicional.

Tras recibir la noticia de su liberación, su familia y amigos se levantaron de un salto, vitoreándolo y abrazándolo mientras se dictaba el fallo. "Todos lloramos", dijo su sobrina, Patricia Jones. Su abogada, Carla Crowder, afirmó que su cliente estaba "abrumado por esta oportunidad" y que su familia lo cuidaría.

Volver a ser carpintero

"Él quiere volver a su antiguo trabajo como carpintero", agregó. "Lo extraordinario de Kennard es que incluso cuando pensó que iba a estar en prisión por el resto de su vida, realmente cambió su vida", explicó la abogada.