La Guardia Civil ha arrestado este martes a Bernardo Montoya, hermano mellizo de Luciano, del que había trascendido en un primer momento que era el principal sospechoso, por el asesinato de la joven profesora de 26 años Laura Luelmo. Ambos vivían en la casa familiar, delante de la vivienda que había alquilado la víctima, quien, se gún fuentes de la investigación había comentado a su novio que Bernardo la observaba sentado desde la calle de una manera que le resultaba muy incómoda. El presunto asesino vive en el número 1 de la calle Córdoba, justo enfrente de la casa de la joven, ubicada en el 13.

El detenido, al que se le tomó declaración la semana pasada, ha estado controlado en todo momento. Bernado, como su hermano, tiene un amplio historial delictivo con delitos de sangre. Llevaba dos meses fuera de la cárcel después de haber cumplido una pena de 17 años y haber sido condenado a 22 años y dos meses por asesinar a una anciana de 81 años en la cercana localidad de Cortegana (Huelva) en el año 1995, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva de noviembre de 1997.

Bernando Montoya entró por la ventana en la vivienda de la víctima, Cecilia Fernández Díaz, a la que asestó varias puñaladas con un machete de grandes dimensiones en la región dorsal y el cuello, que le seccionaron la carótida y la yugular, causándole la muerte. Acabó con su vida porque iba a declarar contra él en un juicio por lesiones.

La defensa pidió la libre absolución del acusado aduciendo que se encontraba bajo los efectos del síndrome de abstinencia, por su adicción a la heroína y la cocaína, en el momento del suceso, circunstancia que fue tenida en cuenta como atenuante.

El hermano mellizo de Bernardo, Luciano, también tiene delitos de sangre. Cuando el primero ya estaba cumpliendo condena, el segundo mató a una mujer de 35 años. Fue en el año 2000 y fue condenado a 15 años. Estaba en prisión cuando desapareció la víctima.