La Asociación de Medios de Información (AMI) mostró ayer su profundo rechazo a la decisión unilateral de Correos de no distribuir las suscripciones de varios medios de comunicación españoles entre los domicilios de sus clientes al no ser considerados «servicio postal universal». El anuncio, efectivo a partir de hoy, implica la ausencia de distribución de periódicos en numerosos municipios, lo que provoca una flagrante discriminación para los ciudadanos sin acceso a puntos de venta y choca frontalmente con el espíritu del decreto del Gobierno que regula el estado de alarma, que habilita a quioscos y revistas para la venta de medios de información en su carácter de

«servicio público».