La avispa asiática, conocida popularmente como avispa asesina, cuya picadura ha causado la muerte de dos personas que eran alérgicas en el municipio pontevedrés de O Porriño, se ha convertido en uno de los temas de actualidad del verano. Pero, ¿cómo reconocer a este insecto? ¿cómo diferenciarlo de las avispas autóctonas?

La primera diferencia es el tamaño. La avispa asiática (Vespa velutina) es mucho más grande que la avispa autóctona (Vespula vulgaris). Así, mientras que la avispa común mide un centímetro y medio, la avispa asiática llega a los tres centímetros y medio.

Además, su color es muy diferente. Mientras que la autóctona destaca por las franjas negras y amarillas del abdomen, la especie invasora tiene el tórax negro y el abdomen de color marrón menos un solo segmento que es de color amarillo anaranjado.

Más fácil es confundirla con el avispón (Vespa cabro), una especia autóctona que tiene un tamaño simular. Ambas miden unos tres centímetros y medio. En este caso la principal diferencia es el color, puesto que el avispón tiene un abdomen de color amarillo con unas manchitas negras.

INVASIÓN PROGRESIVA // Actualmente, se ha detectado la presencia de avispa asiática en Galicia, la comunidad más afectada, así como en Cataluña, País Vasco, La Rioja, Asturias, Castilla y León y Cantabria. La última región con indicios de su rastro es Baleares.

En sí misma, la avispa asiática no representa para el hombre un peligro mayor que la avispa común. Las muertes por sus picaduras se han producido en personas que eran alérgicas al veneno de las avispas. Aunque sí es cierto que, al ser más grandes que la especia autóctona, inyectan mucha más cantidad de veneno.