Un centenar de familiares y amigos recordaron ayer, en el aeropuerto de Barcelona El Prat, a las 150 víctimas del accidente aéreo del vuelo GWI9592 de Germanwings, que el 24 de marzo hará dos años que se estrelló en los Alpes franceses. El acto consistió en una ofrenda floral y un minuto de silencio frente al monolito que se descubrió el año pasado en la terminal T2 en homenaje a las víctimas, que partieron del aeropuerto barcelonés en dirección a Düsseldorf, Alemania. La Fiscalía de Düsseldorf responsabiliza de la catástrofe solo al copiloto Andreas Lubitz, quien sufría problemas psicológicos y apenas durmió en los días previos al accidente. La ceremonia fue sencilla, sin presencia de representación institucional, a diferencia del año pasado. EFE