Amatrice “Sí, así es. He venido aquí a devolver un poco de lo que me han dado. Estoy aquí para ayudar a los italianos. Ellos me han ayudado a mí y eso no lo olvido”. Ajeno a los recelos que parte de las sociedades europeas han demostrado hacia los refugiados e inmigrantes que han llegado a Europa en los últimos años, Iamine Udiaye, senegalés de 18 años, solicitante de asilo, sonríe cuando, por azar, lo hallamos en el campo de desplazados de Arquata. IS