Se trataba de estudiar y observar los efectos, tanto físicos como psicológicos, de una prolongada estancia en el espacio, con el objetivo de preparar un futuro viaje al planeta Marte. El cosmonauta ruso Mijaíl Kornenko y el estadounidense Scott Kelly regresaron ayer a la Tierra, acompañados de un tercer astronauta ruso, Serguéi Volkov, tras pasar casi un año en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). La cápsula que los transportaba se desensambló de la ISS poco antes de las 01.00 GMT de ayer, para posarse suavemente sobre la estepa de Kazajistán unas tres horas y media más tarde.

“Gracias por seguir nuestro año en el espacio. El viaje no ha acabado; seguidme, ahora que voy a redescubrir la Tierra”. Este fue el mensaje enviado por Kelly mediante Twitter poco antes de emprender el regreso. Y es precisamente eso de lo que se trata.

EXPERIMENTOS // Porque los científicos continuarán realizando con él y con su compañero Kornenko la serie de experimentos a los que se han venido sometiendo durante el último año para saber más de los efectos que producen en el cuerpo humano los largos periodos de ingravidez y la elevada exposición a la radiación solar existente en el espacio.

En particular, llevarán a cabo tests genéticos y los cotejarán con los resultados obtenidos de su hermano gemelo Mark, también astronauta, para comprobar si se producen modificaciones en este ámbito. Todo ello, con el objetivo de permitir que en el futuro una tripulación viaje hasta Marte, una singladura que requiere al menos dos años de permanencia en el espacio, es decir, en condiciones similares a las existentes en la ISS. Los científicos, además, deberán idear métodos para que los cosmonautas que en el futuro lleguen al planeta rojo puedan recuperarse rápidamente a la condición de gravedad en un medio hostil, donde no habrán ni hospitales ni doctores.

Kelly y Korolenko han batido el récord de permanencia en la Estación Espacial Internacional, no así el de permanencia en el espacio. Este pertenece aún a Valery Polyakov, el astronauta ruso que permaneció a bordo de la extinta estación Mir de enero de 1994 a marzo de 1995, es decir, 438 días. En la ISS han quedado tres astronautas: los norteamericanos Timothy Kopra y Tim Peake, y el ruso Yuri Malachenko.

Kornienko y Kelly simularon un aterrizaje en Marte al regresar a la Tierra a bordo de una nave Soyuz. Por primera vez, los astronautas abandonaron la cápsula de descenso por su propio pie y no recibieron ayuda de socorristas y médicos en las estepas de Kazajistán donde tomaron tierra.

El astronauta ruso explicó que dentro de dos o tres días, ya en la Ciudad de las Estrellas, a las afueras de Moscú, simulará el descenso en el planeta rojo. H