MEDIR EL RIESGO DE AFECTACIÓN CORONARIA PARA PRESCRIBIR EL MEJOR EJERCICIO

Ejercitar el músculo más vital

La energía y nutrientes que aseguran la actividad de los millones de células de nuestro organismo llegan a cada una de ellas con la sangre que el corazón impulsa. Tal como describe en su apartado de prevención la Fundación Española del Corazón, el corazón es un órgano muscular (miocardio) y, como todos los músculos, necesita para su funcionamiento oxígeno y nutrientes, que obtiene, como el resto del cuerpo, de la sangre. Esta le llega a través de las arterias coronarias que salen de la aorta. En la misma página web de esta institución, se pone a disposición de todo el mundo una calculadora del riesgo cardiovascular que, con unos datos básicos (edad, peso, sexo) y una información concisa sobre los hábitos de vida (fumador, colesterol, diabetes, tensión alta, antecedentes de enfermedad cardiovascular) aproxima la probabilidad de padecer una dolencia de corazón. Notar dolor en forma de opresión en el pecho al realizar algún esfuerzo o dificultad para respirar bien son los síntomas que más comúnmente describen los pacientes ante una posible enfermedad coronaria, señala la cardióloga Sonia Ruiz del Hospital del Mar de Barcelona. Ante cualquier sensación de ahogo que se pueda sentir, es aconsejable consultar al médico, indica Ruiz, que es responsable del programa de rehabilitación cardiaca.

RECUPERAR LA MOVILIDAD DEL MÚSCULO QUE BOMBEA 7.000 LITROS DE SANGRE AL DÍA

Mejorar la insuficiencia cardiaca

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre causas de defunción en España, el año 2014, la enfermedad cardiovascular seguía situándose como la primera causa de muerte. Un 29,66% de personas fallecieron por una enfermedad del corazón, más que las que murieron por cáncer, que fueron el 27,86%. La enfermedad donde más beneficio ha demostrado con evidencia científica la implementación de los programas de rehabilitación cardiaca, con pautas para todo ámbito de la vida diaria del paciente (tareas domésticas, ejercicio físico, dieta, control de ansiedad y estrés, y recuperación de vida social) ha sido la insuficiencia cardiaca. Es una epidemia para la que se sigue un protocolo específico. Desde el debut de la enfermedad hasta, en caso de trasplante, hasta después del trasplante, se sigue todo el ciclo evolutivo en un trabajo conjunto de cardiología y de la unidad de insuficiencia cardiaca y trasplantes, señala el médico adjunto a dicho servicio del Hospital de Sant Pau, Jesús Álvarez. Más que una enfermedad es un síndrome, pues en esa fatiga y cansancio que expresa el corazón acaban confluyendo muchas enfermedades cardiovasculares, puntualiza.

LOS LÍMITES ÓPTIMOS DEL CAMINAR, COMER Y ESTRESARSE DEL PACIENTE CORONARIO

Los hábitos cardiosaludables

Contrariamente a lo que podría pensarse, abandonar el tabaco, según explica el responsable del programa de rehabilitación cardiaca del Consorci del Maresme, Eulogio Pleguezuelos, no es el más problemático de los hábitos a trabajar por el paciente que ha sufrido un problema de corazón. Es la dieta lo más complicado. Nuestra guerra es que los pacientes dejen de comer determinadas cosas que, muchas veces por desconocimiento, no benefician en absoluto su recuperación, precisa. Por ello, en el programa de rehabilitación cardiaca del Hospital de Mataró, como en los del Mar y Sant Pau, las sesiones incluyen también un gran contenido educacional de los pacientes para informarles de la ventaja de aplicarse unos buenos hábitos alimentarios como punta de lanza para la mejora y prevención de futuras complicaciones en su actividad coronaria. Del mismo modo que tenemos que explicar también que la medicación previene la progresión de la enfermedad, porque otro hándicap que afrontamos es la falta de adherencia a los fármacos prescritos. Una vez los pacientes se sienten bien, los dejan de tomar, señala la doctora Sonia Ruiz. Entre las principales dianas de la educación higienicosanitaria, además de la alimentación saludable, basada en la dieta mediterránea, están también el control del colesterol y de la hipertensión.