Varios miles de presos, condenados por delitos menores, van a salir de las cárceles de Inglaterra y Gales a fin de prevenir una catastrófica expansión del coronavirus en los atestados recintos penitenciarios británicos. Unos 4.000 reclusos podrán beneficiarse de la medida anunciada por el Gobierno. Los condenados de «bajo riesgo» que sean seleccionados deberán llevar en todo momento una tobillera electrónica de seguimiento y podrán volver a ser encarcelados en caso de cualquier incidente.

De acuerdo con el ministerio de Justicia, los beneficiados deberán haber cumplido al menos la mitad de la condena. Quedarán excluidos criminales peligrosos, agresores sexuales, cualquiera que sea un riesgo para la seguridad nacional, o para niños y menores, así como los condenados por delitos relacionados con el coronavirus, como toser a propósito a trabajadores en los servicios de emergencia, o haber robado material de protección sanitario. Tampoco serán liberados aquellos convictos con síntomas de contagio.

Presas embarazadas / El ministro de Justicia, Robert Buckland, ha explicado que «la situación actual no tiene precedentes» y «si el coronavirus aumenta en nuestras prisiones, la sanidad pública se puede ver desbordada, poniendo en peligro más vidas». La legislación para estas nuevas medidas se presentará el lunes. Esta semana Buckland había anunciado la liberación temporal «en cuestión de días» de las presas embarazadas, para proteger a la madre y el bebé.

Desde que comenzó la epidemia ha habido repetidas advertencias de los expertos científicos sobre el potencial foco de infección que suponen las prisiones, con un hacinamiento permanente y los presos compartiendo celdas y espacios pequeños.

Ayer, en la conferencia de prensa informativa que cada día da el Gobierno, una de los principales responsables del servicio médico para Inglaterra, Jenny Harries, indicó que las pruebas del coronavirus en las cárceles ha sido siempre una prioridad, al igual que los geriátricos. Harries precisó, sin embargo, que no todo el mundo será sometido al test. Hasta el momento 88 prisioneros y 15 miembros del personal penitenciario han dado positivo.

De hecho, el temor es tal que hasta los propios internos están tomando sus propias medidas, tanto que alrededor de 1.200 reclusos han decidido no salir de sus celdas en todo el día para evitar el contagio del coronavirus,

Por otra parte, Irlanda del Norte también se ha sumado a la iniciativa de Inglaterra y Gales y pondrá en libertad a 200 de los 1.500 presos que mantiene en sus cárceles para evitar la propagación del virus por los centros penitenciarios del país.