La Audiencia de Navarra está ultimando la sentencia por la agresión sexual de los cinco jóvenes sevillanos de La manada en los Sanfermines del 2016 y por la que se enfrenta a penas de hasta 25 años de cárcel. Tras finalizar el juicio el 28 de noviembre del año pasado, se apuntó que la resolución podría estar en el mes de febrero. Pero, este pronóstico no se ha cumplido. Ahora, fuentes jurídicas sostienen que este mes de abril sabrá si los acusados son culpables o inocentes, la pena que se les impone o si son absueltos.

Cinco meses después de que el juicio quedara visto para sentencia, el tribunal, según las fuentes consultadas, está acabando de «peinar» y «pulir» la resolución. Los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra están mirando con lupa, como es su obligación, cada coma, cada punto, cada argumento. Son conscientes de que su decisión estará en el punto de mira por la repercusión mediática que ha tenido el caso, a la vez que asumen que la parte perdedora, tanto si es la defensa, como la acusación o la fiscalía, recurrirá al Tribunal Superior de Justicia de Navarra si el resultado no les es favorable.

La espera en la decisión por parte del tribunal ha alimentado las especulaciones en un proceso judicial que desde que se inició ha estado plagado, precisamente, de aspectos polémicos, como que la vista se celebrara a puerta cerrada y prohibiera la difusión no solo de imágenes y la identidad de la víctima, sino también de los acusados, la retirada en el último momento del informe encargado por una defensa de un detective sobre la vida privada de la muchacha que denunció la violación grupal o los comentarios de algunos de los abogados defensores que intentaron desacreditar a la víctima con su vida privada.

¿TRIBUNAL DIVIDIDO? // En las últimas semanas se ha disparado la sensación de que el tribunal podría estar dividido, tal y como ya ocurrió el 1 de diciembre del año pasado, tres días después de que finalizara el juicio, cuando se acordó que los cinco acusados debían continuar en prisión, en la que se encuentran tras ser detenidos el 7 de julio del 2016. Sus defensas habían solicitado la puesta en libertad y la Sección Segunda de la Audiencia rechazó esta pretensión debido a que todavía no se había tomado una decisión sobre el veredicto. Esta medida había sido pedida por los abogados de los imputados en otras ocasiones y siempre se había producido el mismo resultado, como el voto particular del mismo juez frente al criterio del presidente.

Estas discrepancias han servido de argumento para que se disparara la versión de que el tribunal no se ponía de acuerdo y, de ahí, la tardanza en dictar la sentencia. Fuentes jurídicas han asegurado que son «especulaciones», aunque no han descartado que exista un voto particular de algunos de los miembros del tribunal. Lo importante es emitir una sentencia, en un sentido y otro, que esté bien argumentada.