El temor a que los hombres sean sustituidos por robots en todas las profesiones va a la baja en la ciudad de Cantón (China), donde dos restaurantes que usaban androides como camareros han decidido 'despedirlos' por su escaso rendimiento y volver a contratar personal de carne y hueso.

Aunque sus reivindicaciones salariales eran escasas, estos robots tenían problemas para servir la sopa sin salpicar a los clientes, chocaban unos contra otros en los pasillos de los establecimientos y se averiaban con frecuencia, según ha explicado uno de sus colegas humanos al oficial 'Diario de los Trabajadores'.

Los clientes tampoco estaban contentos con los camareros robotizados de los dos restaurantes cantoneses (el Heweilai, en el sur de la ciudad, y otro situado en el distrito de Baiyun, cerca del aeropuerto), ya que no les podían servir bebidas ni depositar los platos directamente en la mesa. Solo los acercaban en bandejas y era el cliente el que debía coger los productos.

Cantón, que hasta ahora tenía tres restaurantes atendidos por robots, se queda ya solo con uno. Este tipo de establecimientos, que en años pasados proliferaron en ciudades chinas con el objetivo de atraer a clientes curiosos, parece que están pasando algo de moda.

Zhang Yun, vicerrector de la Universidad de Tecnología de Cantón, ha señalado sobre este caso que los robots por ahora solo son útiles en tareas repetitivas, como las de una cadena de producción en una fábrica, pero aún queda mucho camino por recorrer para que puedan "acceder al mercado laboral" en otros oficios donde los cometidos son más diversos.