El proyecto de orden ministerial que ha preparado el Ministerio de Educación para la aplicación de las reválidas de final de ESO y de bachillerato, sentenciadas por el Congreso de los Diputados este martes, es un documento de 163 páginas. De ellas, solo 15 están dedicadas a determinar las cuestiones técnicas y pedagógicas de estas pruebas externas de evaluación, que el PP defiende como imprescindibles para conocer la salud del sistema educativo español. El resto del borrador, un total de 148 folios, es un listado exhaustivo y muy detallado sobre qué han de saber los estudiantes para poder aprobar estos exámenes, según ha podido comprobar este diario.
¿Un ejemplo? En Geografía e Historia de cuarto de ESO, los estudiantes deben de aprender a distinguir conceptos históricos como el Antiguo Régimen y la Ilustración; han de saber “apreciar los avances científicos y su aplicación a la vida diaria, y contextualizar el papel de los científicos en su propia época”; han de ser capaces de describir las características de la cultura de la Ilustración y qué implicaciones tiene en algunas monarquías y han de poder “establecer, a través del análisis de diferentes textos, la diferencia entre el Absolutismo y el Parlamentarismo”. Esto solo para el primero de los 10 bloques de que se compone la asignatura y que, en este caso, supone el 15% de la nota final en esta materia. Todas las demás asignaturas sujetas a examen son descritas con prácticamente el mismo grado de detalle en la orden ministerial.
“La propuesta es casi un listado de las preguntas que hay que hacer a los alumnos para cada asignatura", critica Antoni Llobet, secretario de Políticas Educativas de la Generalitat. Es, en suma, una orden que encorseta y que recentraliza contenidos, ya que el margen que van a tener las comunidades autónomas es mínimo. Eso hace que las pruebas, tal y como el ministerio tiene previsto presentarlas el próximo 28 de noviembre a los consejeros de Educación, en la Conferencia Sectorial convocada para esa fecha, "sean vistas como unas pruebas de contenidos, no de competencias", protesta Llebot.
OCHO EXÁMENES DE UNA HORA
El proyecto ministerial prevé que la reválida de ESO conste de siete exámenes, con un máximo de duración de una hora para cada uno de ellos, con pausas de 15 minutos entre uno y otro. Las pruebas, dice el borrador de la orden, constarán de un número mínimo de dos y un número máximo de 15 preguntas.
La orden fija incluso la fecha de realización de la reválida de ESO correspondiente al curso 2016-2017, "que se realizará en una sola convocatoria y deberá finalizar antes del día 24 de junio".
En bachillerato, donde las pruebas planteadas por el ministerio son muy similares a la actual selectividad, la duración de cada uno de los exámenes puede ser de hasta 90 minutos. Las pruebas, en este caso, han de realizarse antes del 8 de julio, en primera convocatoria, y antes del 9 de septiembre, en segunda.
SIN INTERÉS PEDAGÓGICO
Para la ‘consellera’ de Ensenyament, Meritxell Ruiz, tal y como están previstas en la LOMCE, las evaluaciones de ESO y bachillerato no responden a intereses pedagógicos. "Lo que está claro -ha dicho Ruiz este martes- es que la ley a nivel pedagógico no tiene ningún sentido. La cuestión no es ir negociando plazos, sino de negociar un planteamiento pedagógico diferente".
La titular de Ensenyament considera que "lo que se debería hacer es, ante todo, modificar el real decreto de evaluaciones [aprobado el pasado julio], porque ahora solo se está hablando de paralizar una ley y esto tardará meses en desarrollarse”. Porque "el tema más urgente son ahora mismo las reválidas".
De ahí que la titular de Ensenyament considere insuficiente la petición del PSOE de suspender el calendario de despliegue de la LOMCE. "Lo que tenemos que hacer es un buen uso de la evaluación y la LOMCE no hace ese buen uso. La evaluación se debe utilizar para evaluar el sistema, para mejorarlo y no para condicionar el título del alumno. Si lo único que pedimos es la paralización de la ley, no estamos eliminando son los efectos nocivos de las reválidas", ha protestado Ruiz.
