Las autoridades rusas han decidido liberar cerca de 100 ballenas que retenían cautivas en jaulas al este del país, cerca del mar de Japón, según han señalado varios informes.

Las imágenes de los cetáceos, que vivían encerrados en jaulas en la bahía de la ciudad de Nakhoda, salieron a la luz el año pasado y provocaron un aluvión de críticas al gobierno por parte de ecologistas y defensores de los animales.

Los animales fueron capturados por una empresa que pretendía venderlos a China, pero el Kremlin ha intervenido ordenando a las autoridades locales encontrar una manera de liberar a los cerca de 100 ejemplares capturados.

Necesitarán rehabilitación

Después de meses de retrasos y problemas, la decisión de liberar a los animales ha coincidido con la visita al recinto de un oceanógrafo francés muy reputado, Jean-Michel Cousteau, hijo del famoso experto marino Jacques Cousteau.

"Se ha tomado la decisión oficial de liberar a los animales", ha asegurado a los medios el gobernador de la región, Oleg Kozhemyako. "Los científicos rusos y del equipo de Cousteau decidirán la mejor forma de llevarlo a cabo", ha puntualizado.

Según fuentes cercanas al gobernador, Kozhemyako habilitará unas instalaciones de rehabilitación para las ballenas en las que se asemeje al máximo a las condiciones de la vida en libertad. Hasta ahora, las 11 orcas y 87 belugas habían sido retenidas en condiciones crueles y por ello haberlas liberado de golpe hubiera tenido efectos gravísimos para su supervivencia.