La ley seca se ha decretado en algunas zonas de la Rusia asiática, como en las ciudades de la república de Sajá, en Sizil o en el Territorio (Krai) de Zabaikalie, un espacio fronterizo con China con algo más de un millón de habitantes. Allí, aunque no ha habido un solo caso de coronavirus, las autoridades locales han asumido las recomendaciones del primer ministro, Mijaíl Mishustin, y han aplicado el mismo régimen de autoaislamiento que en Moscú. Aunque con una salvedad: la venta de alcohol ha sido prohibida.

«Extraoficialmente se dice que desde el inicio del régimen especial, el consumo de alcohol se ha incrementado un 40%», asegura Stepan Tijomirov, director de la delegación local de Moskovskij Komsomolets. Durante la noche del pasado 2 de abril, solo unas horas antes de que entrara en vigor la prohibición, ya se formaron largas colas en los comercios haciendo acopio de bebidas espirituosas.