Algunos se empeñan año tras año en aparecer entre sus particulares campeones. La nueva edición del Guiness World Records ya está en la cocina y aún tiene algunos logros ‘asequibles’ en los que inscribir un nuevo nombre. La técnica a superar queda en manos del candidato, pero algunos ya se han atrevido a conseguir mojar una galleta en una taza de té en un salto de 'puenting' o hacer magia en caída libre.

Si las alturas no son el punto fuerte del postulante a recibir el diploma conmemorativo que entrega la institución, también puede destacar alguna particularidad de su boda, tal como hizo la “pareja casada más bajita”, que entre ambos alcanzaban a duras penas el metro ochenta. En el caso de ser un bricomaniaco también se puede optar por construir el buzón de correos más grande del mundo, superando el actual de 162,3 m3. Los récords quedan en manos de la imaginación individual.