El término cuñadismo, que hasta ahora hacía referencia al nepotismo o favoritismo hacia los cuñados, ha ampliado su significado, según ha comunicado este miércoles Fundéu BBVA. Ahora, recuerda la entidad, se emplea sobre todo para referirse a la tendencia a opinar sobre cualquier asunto, queriendo aparentar ser más listo que los demás.

Empieza a ser habitual encontrar en los medios frases como las siguientes: «El cuñadismo ha triunfado en España», «¿Por qué nos engancha tanto el cuñadismo en televisión?», «Radiografía del cuñadismo español, la pandemia que martiriza un país entero» o «Efectivamente, es cuñadismo hablar con condescendencia», todas ellas adecuadas.

Como se aprecia en estos ejemplos, este sustantivo se está empleando recientemente en España para denominar la actitud de quien aparenta saber de todo, habla sin saber pero imponiendo su opinión o se esfuerza por mostrar a los demás lo bien que hace las cosas.

El Diccionario del español actual de Seco, Andrés y Ramos definía cuñadismo, en su edición de 1999, como el ‘nepotismo que recae sobre un cuñado’ («Los matrimonios políticos producen cuñadismo político»), esto es, con un significado muy próximo a amiguismo.

EN TRIBUNAS POLÍTICAS

Es probable, agrega Fundéu, que el nuevo significado de cuñadismo obedezca a las características que popularmente suelen atribuirse a los cuñados, si bien el término no se circunscribe al ámbito familiar, pues se emplea de manera amplia en relación con cualquier persona que muestre esos rasgos.

Se trata de una voz coloquial, aunque no es raro encontrarla en medios de comunicación y hasta en tribunas políticas. No precisa comillas, al menos en España, donde el término se halla muy extendido y resulta de fácil comprensión.

Ha sido precisamente Gabriel Rufián, diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el político que más ha contribuido a la popularización del término. El republicano ha usado reiteradamente la expresión "cuñadismo neoliberal salvaje".