Los recelos que la oposición ha venido manifestando en los últimos días respecto a una reedición de los Pactos de la Moncloa no parecen descorazonar al Gobierno. Pedro Sánchez presentó ante el Congreso de los Diputados el jueves su intención de poner en marcha un acuerdo global que permita reconstruir el país tras la «gran crisis social y económica» que ha desencadenado el coronavirus. Determinado a buscar esa unidad de acción, el presidente ha citado para la próxima semana a todos los partidos políticos, presidentes autonómicos, patronal y sindicatos. Mientras se tejen o no acuerdos, Sánchez dio por hecho que España necesitará otra prórroga del estado de alarma hasta el 10 de mayo.

Sin embargo, en el pleno que aprobó la segunda prórroga del confinamiento, hasta el 26 de abril, quedó patente la enorme dificultad que tendrá el Gobierno para forjar esa concertación nacional. La oposición no recogió mayoritariamente el guante, a pesar de que Sánchez insistió en que estos pactos son de «obligación nacional». Quizá por ello ayer, tras la reunión del Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, aprovechó para presionar al jefe de la oposición y líder del PP, Pablo Casado. «No se podría entender que el principal partido de la oposición no quisiera acudir a una convocatoria sobre el futuro inmediato de España», advirtió Montero.

DECISIÓN PENDIENTE / Casado decidirá si participa en ese encuentro cuando reciba la llamada de Sánchez, según fuentes del PP. El presidente quiere escuchar qué disposición tiene cada líder, si muestran «capacidad real de aportar a un proyecto donde no sobra nadie» y aparcando «reproches». «Podemos ser el único país del mundo cuya oposición no está a la altura de la mayor emergencia sanitaria de nuestra democracia», lamentó Sánche en el Congreso, tras escuchar cómo Casado le espetaba la famosa frase que pronunció Pérez Rubalcaba dos días después del 11-M: «Los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta». Consciente de las críticas que han llovido a su propuesta desde la oposición, sobre todo desde el PP, Sánchez se ha comprometido a descartar algunas de las supuestas desviaciones que podrían conllevar los pactos.

TRANSPARENCIA Y CONTROL / Tomando la acusación de Casado de que el consenso podría llevar a un «cambio de régimen», el jefe del Ejecutivo garantizó que el régimen seguirá siendo la Constitución y se comprometió a actuar con transparencia y a no excluir a ninguna formación. Pero el jefe de la oposición recuperó su tono más duro y acusó a Sánchez de «confinar la democracia» con al argumento de «intentar contener la extensión del virus», de minar los derechos y libertades a través de iniciativas como la Operación Arca de Noé, por la que el Gobierno quiere controlar en hoteles a los positivos asintomáticos.

Pese a los ataques, los populares apoyaron la segunda prórroga de la alarma, que prosperó con 270 votos de PSOE, Podemos, PP y Cs. De lo que no hay grandes pistas es de cómo será el desconfinamiento. El Gobierno se limita a avisar de que deberá ser muy cauteloso, pero evita comprometer fechas para esa progresiva vuelta a la normalidad. De momento, entre lunes y martes se retomará la actividad económica no esencial.